Agenda Territorial Europea 2020

El MARM participa en la preparación del texto definitivo de la nueva Agenda Territorial Europea 2020 que impulsa procesos de cohesión territorial.

La ATE 2020 se ocupa también con nitidez de las cuestiones ecológicas que subyacen a los procesos de cohesión. La conservación de la biodiversidad, el buen estado funcional de las estructuras ecológicas y del patrimonio natural, y la atención a las amenazas de fragmentación de hábitats y de interrupción de corredores ecológicos, son elementos de integración territorial considerados por la ATE 2020.

El contenido técnico del documento, que ha quedado cerrado, será sometido a la aprobación de los Ministros competentes en materia de cohesión territorial en la reunión del próximo día 19 de Mayo en Gödöllö (Hungría).

La Agenda Territorial Europea 2020 (ATE 2020) es el principal instrumento orientador de la política territorial de la Unión Europea y constituye la expresión concreta de un amplio acuerdo intergubernamental europeo, con el respaldo del Comité de las Regiones.

El Director General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, Jesús Casas, ha participado hoy en la reunión celebrada en Budapest (Hungría), en el marco de la Presidencia Húngara del Consejo de la Unión Europea, que tenía como objetivos la revisión de los asuntos vigentes en materia de cohesión territorial, y, en particular, la definición final del texto de la nueva Agenda Territorial Europea 2020, que será sometido a aprobación el próximo 19 de Mayo en Gödöllö (Hungría).

La Agenda Territorial Europea 2020 (ATE 2020) es el principal instrumento orientador de la política territorial de la Unión Europea. Constituye la expresión concreta de un amplio acuerdo intergubernamental europeo en materia de cohesión territorial, con el respaldo del Comité de las Regiones.

Los principios y objetivos de la ATE 2020 se presentan con vocación de inspirar la Política de Cohesión de la Unión Europea, contribuyendo a añadir la dimensión territorial a las ya vigentes dimensiones social y económica, buscando, al mismo tiempo, la coordinación eficaz entre las componentes territoriales de las distintas políticas sectoriales.

Una innovación destacada para el cumplimiento de estos objetivos es el denominado “place-based approach”, el enfoque basado en las características propias de cada lugar, como potencial de desarrollo endógeno, a partir del cual se puedan impulsar procesos de cohesión territorial en las tres escalas: local, regional y nacional; y al mismo tiempo hacer frente a los impactos, geográficamente diversos, del cambio global.

La ATE 2020 implicará a las autoridades de cada nivel territorial en la definición de conceptos, metas e instrumentos a la medida de cada lugar, para mejorar su desarrollo territorial partiendo del principio de subsidiariedad.

En este sentido se trata de dotar de un enfoque estratégico a la cohesión territorial, en coherencia con lo cual, la ATE 2020 se ocupa también con nitidez de las cuestiones ecológicas que subyacen a los procesos de cohesión. La conservación de la biodiversidad, el buen estado funcional de las estructuras ecológicas y del patrimonio natural, y la atención a las amenazas de fragmentación de hábitats y de interrupción de corredores ecológicos, son elementos de integración territorial considerados por la ATE 2020.

A lo largo de los últimos 18 meses, los gobiernos de los Estados Miembros de la UE, y de algunos países observadores como Suiza y Noruega, han procedido a revisar la vigente Agenda Territorial Europea, y sus procesos afines, como el informe de Estado y Perspectivas Territoriales de la UE, el programa ESPON, y el proyecto EATIA de evaluación de impactos territoriales; y a elaborar sucesivos borradores de la nueva ATE 2020, mediante grupos de trabajo específicos.

La posición española durante todo el proceso de elaboración de la nueva ATE 2020 ha sido la de apoyar el proceso y sus implicaciones, en tanto que supone la consolidación a nivel comunitario de criterios de gestión territorial que ya son objeto de aplicación en nuestro país, en particular en el marco de la aplicación de la Ley para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural.

El primer antecedente se remonta a la Estrategia Territorial Europea surgida en la década de 1990, y la ATE 2020 sustituye y actualiza, a la luz del Tratado de Lisboa sobre el funcionamiento de la Unión Europea, y del Libro Verde sobre Cohesión Territorial, a la Agenda Territorial lanzada en 2007.




FUENTE: MARM.ES

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